lunes, 23 de octubre de 2017

SALUDOS

     Voy a inaugurar este blog con lo que toca en esta fecha; COMUNIONES.

     No porque sea el momento de la celebración en sí sino por que ahora es el momento de las contrataciones, pues es la época en que las iglesias asignan las fechas en que se celebrarán el próximo año.
     Cada otoño comienza una carrera singular, familiar y a su vez repetitiva: la búsqueda del salón en la que se celebrará la primera comunión de nuestr@ hij@. En este punto se contemplan dos tipologías con distintas formas de proceder y que yo los denomino primerizos y expertos, es obvio el porque de estas expresiones. Las familias que por primera vez se enfrentan a este tipo de eventos, "primerizos" los podríamos subdividir a su vez en dos grupos más: pachorras y estresados. El primer subgrupo son los que tras la obtención de la fecha eclesiástica dicen: bueno pues ya hasta mayo tenemos tiempo de encontrar un restaurante en el que organizar la comida...y bueno la verdad es que sí, pero todo dependerá de nuestro nivel de exigencia, (ubicación, calidad, prestaciones, amplitud, aparcamiento, etc.) las posibilidades de encontrar el lugar perfecto para nosotros siempre serán inversamente proporcionales a nuestras exigencias, una máxima sería "El último se queda con lo que queda".
     Pero tampoco los estresados lo tienen mejor, la característica mas deslumbrante de ellos es la prisa por ver sitios desde el "bar de abajo" hasta el "palas" (ya descartaremos mas adelante...) lo suyo es un ir y venir constante, un no parar que provoca una inquietud e intranquilidad que se les enquistará a lo largo de los siguientes 5 meses, su máxima: "Al que madruga dios le ayuda" pero ojo, al principio está disponible todo, tanto lo bueno como lo malo.
     Ahora mismo estoy creando un tercer subgrupo de los primerizos, en el que muy probablemente os encontréis la mayoría de vosotros los que," ni tanto ni tan calvo". Efectivamente así debe de ser, porque, hay sitio para todos, solo hay que dar con la tecla de lo que mejor se adapta a nuestros gustos y a los de nuestros familiares. Mi consejo: pararnos un momento y pensar un poco lo que queremos para ese día tan especial y hacer una valoración de los servicios que realmente necesitaremos y los de los que no precisamos. Un relación tipo podría ser como ésta:

  • Situación (distancia a la que estamos dispuestos a desplazarnos)
  • Presupuesto (El gasto excesivo no nos garantiza un día perfecto)
  • Confianza (Siempre nos veremos mas libres si conocemos el lugar o el personal)
  • Instalaciones (Valorar si tenemos pensado alargar la celebración o tan solo comer y recogernos, puede ser importante escoger un sitio con zonas infantiles si queremos extender el evento pues se suelen reunir un número considerable de niños, y tenerlos recluidos en espacios interiores puede ser tan frustrante para ellos como para los adultos, después está el aparcamiento cercano y suficiente, las ofertas pre y post-commida, así como el estilo del local)
  • Cocina (Tenemos la fortuna de disfrutar de un país gastronómicamente riquísimo y por lo tanto infinito en propuestas, pero no dejemos que ésto tampoco nos estropee el día. Hay un tipo de comensal para cada propuesta culinaria, no es tan complicado, basta con cerrar los ojos y saborearlo, todos sabemos a cual pertenecemos.)
  • Invitados (Al fín y al cabo no pedimos a nuestros familiares y amigos que acudan para impresionarles, sino para que acompañen a nuestros pequeños en uno de los días mas especiales en los albores de su memoria, que menos que pensar en ellos y su comodidad)


     Para los "expertos" en estas lides nada nuevo, todo esto ya lo han sentido en sus carnes lo único que han de procurar es aplicar todo lo vivido en ocasiones anteriores; repetir si fue satisfactoria. o no recaer si por el contrario no hubiese sido todo lo agradable que esperaban la experiencia anterior.
     Suerte a todos.

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