lunes, 18 de diciembre de 2017

EL MERO HECHO

El mero hecho
               
            Creo que no me precipito al comunicar, pública y oficialmente, que, el tan aludido, requerido, suplicado y a veces ninguneado, espíritu navideño, por fin, se ha hecho fuerte en algún recoveco de mi yo más superficial.  Con dicha superficialidad no pretendo decir que estos días tan obligadamente placenteros y dichosos de obligado cumplimiento, no merezcan el incesante alarde de felicidad, que vamos vertiendo por doquier, es simplemente que se me nota en la actitud. Disfruto con la fluidez de aquel que aparentemente todo le marcha bien y con el entusiasmo de un niño de 52 años, que se ha visto obligado a entender, que el paso del tiempo conlleva ciertos aclimatamientos físicos y espirituales, a fuerza de comparar cansancios actuales con otros ya caducos.

Y es que por fin amigos, llegó la Navidad.

Los primeros días de esta última quincena y siempre cada año, me gusta rendir un póstumo homenaje a aquellas Navidades ya tan lejanas, que incluso no parecen representar lo mismo. Se me antoja ardua la tarea de hacer comprender a mis retoños, que las hoy día tan voluptuosas y para algunos hasta “prescindibles” fiestas, antaño desprendían un halo de buena voluntad tan evidente, que raro era encontrarse con aquel vecino gruñón, ávido secuestrador de pelotas de goma, de rictus permanentemente amargado con mirada alevosamente acojonadora, y no darte cuenta que algo estaba forzando la comisura de sus labios a alzarse hacia sus pobladas cejas. Aunque si bien es cierto que el cruce era mas agradable que el resto del año, tampoco estaba exento de un alto grado de desconfianza, por si despertábamos la fiera que permanecía latente en su interior. Que grande don Fidel.

En mi vieja casa, de dos habitaciones y diminuto baño que aún esperaba inventos tan actuales como el bidé y la bañera, se daba cobijo a siete almas en temporada baja, y aunque eso ya de por sí contribuía a una fiesta cuasi permanente, no era óbice para ampliar la jovialidad llegadas estas alturas de año.

Recuerdo la llegada cada año, unos días antes de la Nochebuena, de un nuevo miembro familiar. Sin partos ni previo aviso, siempre llegaba aquel día, en que al entrar a aquel exiguo habitáculo en el que nos aseábamos a diario te veías obligado a maniobrar pues nos había crecido un cabrito atado al lavabo, al cual mi añorado tío Cano siempre le ponía un dicharachero nombre para evitar herir sus sentimientos al referirse al animal con un “quita bicho”. Que gran corazón tenía el cachondo de mi tío (un beso desde aquí abajo).

 Dicha aparición suscitaba en mí tal estupor que me hacía brotar un desinterés total en todo lo relativo a la higiene personal. La visita anual de dicho animal siempre finalizaba de la misma manera.

Sin más.

Pero el hecho de que su desaparición siempre coincidiera con la mejor cena del año, empezó a llenarme la cabeza de disparatadas sospechas sobre conspiraciones “gastro-caprunas”, hasta que con el paso del tiempo pude almacenar estos hechos en la alforja de los desengaños puestos al descubierto por sí mismos, en donde al guardar uno tras otro, no tardaría en quedar tapado  por otros más triviales como lo eran los Reyes Magos, el Sexo fácil y la Justicia Social.

También recuerdo con cariño, las salidas para pedir el aguinaldo. El día 24 se convertía en esto que hoy se ha dado en denominarse jornada de puertas abiertas, éramos bien recibido en todos los hogares conocidos, pero también en los no tanto. Por aquellos entonces la gran mayoría de habitantes de Alcalá de Henares atravesaban un  periodo de, llamémosle “falta de liquidez acuciante” por lo que la dádiva se ofrecía en forma de copita de anís y polvorón. Llegados a este punto, debería contextualizar, que en nuestra propia casa se nos alentaba el apetito con Quina Santa Catalina ó Lágrimas del Jabalón lo cual nos revestía de inmunidad alcohólica.

Puede parecer que unos recuerdos de Cabras y Anís, no escondieran mucha felicidad, pero creo que esa simplicidad es la que otorgaba a aquellas fiestas de alegría y sobre todo honestidad en el uso y disfrute de las mismas y las concedía el estatus de irrenunciables e indispensables. Aunque también tendría que ver el hecho de que este ambiente no volvería a presentarse hasta pasados 12 meses, cosa que ahora acortó los plazos de espera, a la misma cantidad pero de días. A veces no sé como lo aguantan los jóvenes de ahora.

El mero hecho de haberle ganarlo el pulso a un año más, ya debería ser motivo suficiente para imbuir en nosotros el ánimo suficiente y necesario para afrontar los meses que nos separan de las vacaciones de verano, que a su vez nos servirán de trampolín para alcanzar otras nuevas Navidades y convertir nuestras vidas en pescadillas que se muerden la cola.

           Y como me estoy dando cuenta que he convertido este circunloquio en una especie de relato de las navidades pasadas, prometo volver con las presentes y porque no también con las futuras.

        Espero que todos vosotros tengáis unas muy, muy felices fiestas llenas de condescendencia y comprensión hacia todos aquellos que no las entiendan y disfruten como vosotros.



¡¡¡FELIZ NAVIDAD!!!

miércoles, 15 de noviembre de 2017

ADMINISTRACIÓN-CONTRATACIÓN

ADMINISTRACIÓN
           
               En nuestro ramo esta función adquiere unas connotaciones extras, que se complementan con las ya inherentes a la estricta dedicación contable.
             Por supuesto, ellos son los que extraen el vaso de lo que se puede hacer, de la piscina que llenamos con aquello que queremos hacer, como en todas las compañías. Aíslan todo aquello posible de lo inalcanzable, aunque desde la acera de enfrente los queramos entender como trastornados socio-compulsivos de planes ajenos (siempre hay presupuesto para folios). Empleados inasequibles al desaliento negacionista.

              En restauración, esta “cualidad” no deja de ser un ingrediente más que añadir al cocktail que habremos de mezclar y no agitar (luego lo explico, al igual que lo haría JAMES BOND). Realmente, y aunque no deja de ser una parte importante de nuestro brebaje, no creo que represente mas allá de un escaso 20%. El motivo no es otro que el empeño, difícil de explicar, que se tiene por el irrefrenable deseo de compaginar esta especialidad con la cualidad innata que se requiere para la atención al público. Es obvio que el aprendizaje de los conocimientos que se precisan para el desempeño de la contabilidad y administración de empresas, están, con mayor o menor esfuerzo, a disposición y alcance de cualquier hijo de vecino, sin menoscabo del gremio administrativo, pues dicha accesibilidad no quiere decir que todos lleguen a su culminación y dominio. Pero la neurona del trato personal no se haya, desgraciadamente, en el adn de la totalidad de la raza humana. Si lo tuviera que definir, lo intentaría diseccionando, particionandola en diversas subcategorías y las fusionaría en medidas porcentuales con carácter aproximado, pues, aunque en conjunto formarían un todo indisoluble, la carencia parcial de alguno de los componentes no arruina totalmente la fórmula, si se dispone de un plus de algún otro, al ser estos complementarios entre ellos, en la misma manera que indispensables lo son por sí solos. Os hago sabedores de la formula en cuestión…

  • Conocimientos del medio
  • Cultura
  • Carisma
  • Elocuencia
  • Simpatía
  • Gracia (comedida y controlada)


Conocimiento del medio

No conviene en ningún ámbito de la vida proponer/aconsejar/manejar, nada desconocido o sin conocer su futuro evolutivo. Me podría remitir al cangrejo americano, el mejillón cebra, o a mi compañero Raúl, pero me ceñiré a lo que nos atañe.
Desde el minuto uno, hemos de ser asesores de nuestros clientes en todo tipo de eventos, y no solo en lo concerniente a lo que gastronómicamente se refiere, sino también a todo aquello que lo rodea, ritos, costumbres, manías y errores. Dicho conocimiento, fundamentarán las bases de la confianza de la que nos harán ángeles custodios y que tendremos que defender con el respeto que merece todo aquello que se ha de devolver, y para ello la documentación y la experiencia son condimentos esenciales para dicho propósito.

Cultura

A todo el público, en algún momento de nuestra relación contractual, le gustará hablar de sí mismo o sus vivencias. Si los platos que le ofrecemos son de tal o cual zona geográfica y su procedencia o el contexto de su nacimiento. También es común acabar hablando del país que van a visitar en su luna de miel, y no es decoroso asociar la ribera Maya a la cultura Inca, ayuda ser admirador de todo y forofo de nada.
               
 A EVITAR:  Futbol, Política y Prensa amarilla (nunca se sabe donde habita un “follower”.

Carisma

Necesitamos dosis justas de ego, amor propio y fe en nosotros mi mismos. La seguridad en lo expuesto frente a nuestros interlocutores, hará aportarles el punto de veracidad a aquello que queramos vender. Titubeos, desconocimiento o mala argumentación, pueden dar al traste con la encomienda.
A veces los comensales no quieren aprender lo que les gusta, les basta con pensar que tú lo sabes. Alguien a quien creer es lo que se busca en un profesional de la restauración, y eso implica la ausencia de errores y/o rectificación de los mismos antes del precipicio.

Elocuencia

                Siempre existe mas de una manera de vestir las palabras y siempre hay una concreta y adaptada al momento y lugar. Es condición “sine qua non” conocer cuantas más mejor , pues no es elegante repetir vestido.

Simpatía

Aquí no nos vamos a extender, tan solo decir que –Simpático es, un nervio, y “un servidor” a sí que, como una imagen vale mas que mil palabras, os espero por “la hacienda de los santos” y podréis de disfrutar de la simpatía que vierto por los poros de mi cuerpo (a ver que día vais a venir).

Gracia

Los clientes habitualmente no van a un restaurante a llorar, ni discutir, ni a pasar un mal rato. En contra de lo que siempre se a creído, las bromas, los chistes, o comentarios jocosos no están prohibidos. Se suele confundir la restauración con la mayordomía, que quizás si implique un rictus mas respetuoso y distante. Pero eso sí comedidos y controlados, por supuesto lo poco aburre y lo mucho cansa, aquí las bromas han de ser como las piezas de un puzle, se han de poner solo donde encajen, sin forzar, sin obligar, pues podríamos desvirtuar el resultado final.

Todos estos ingredientes los habríamos de verter en un balde lo suficientemente grande para que pueda caber la cantidad necesaria para los años que tengamos pensado dedicarnos a esto, y si ello fuere posible con una holgura que nos permita verter ese poco mas que nos permita beber de el durante nuestra vida privada, ya que además de ser lo que somos, también conviene parecerlo.
Una vez tengamos este cubo lleno hasta el borde, procederemos a conseguir otro con el doble de capacidad y que llenaremos hasta su mitad con el último y mas importantes de los componentes:

  •   Empatía

La empatía , será aquello que nos quede cuando todo lo demás nos falte. El trato de igual a igual, el estudio previo de nuestros clientes y la comprensión de la, a veces exacerbada, preocupación por cosas que a nuestros ojos pueden parecer tan nimias que incluso nos pueden resultar graciosas. Pero a ellos no, hemos de ser conscientes de que quien decide preparar un evento para sus seres queridos, llámese boda, comunión, bautizo, o barbacoa en el patio de su casa, pasará la mayor parte del tiempo hasta que  éste finalice, preocupado por cosas que nunca llegarán a suceder, nosotros sabemos que así será, que esas circunstancias no se darán. Pero ellos no. No necesitan saberlo. Para eso debemos estar. ¿Para eso nos pagan? “Onnnn”. Error. Para eso somos lo que somos.


P.D. El motivo de mezclar pero no agitar, es con la finalidad de poder tirar del hilo de cada uno de los aditivos en función de la necesidad que nos exija cada circunstancia o cliente. Poder formar distintas formas con las mismas piezas. Por momentos se nos exigirá mas humor que cultura o viceversa.  Si agitamos la mezcla en exceso, podríamos perder los extremos e incluso enredarlos, cual ovillo de hilo fino.


  • Fuente Wikijuan.
  • No intentar consumir si se tiene sospecha de ser alérgico.
  • Manténgase alejado este dosier de personas con síndrome prepotente.
  • Moraleja: Si no has nacido para esto, ya lo sabes.

sábado, 11 de noviembre de 2017

PERSONAL DE LIMPIEZA Y OFFICE

     LOS INVISIBLES

     Corría el mes de mayo deeeeee, miiil novecientos oooochenta y uno creo, cuando una vecina de las de antes, con las que se hablaba y saludaba, y... (no como ahora que casi no las conocemos) le hizo saber a un chaval barbilampiño y un tanto alelado, que en el restaurante en donde ella trabajaba junto a su marido, estaban buscando personal de limpieza (mozos de office) para el periodo de comuniones, en principio los días festivos, cosa que a el a priori le podía interesar, pues le sería posible compatibilizarlo con sus estudios de electrónica, que cursaba con mas o menos fortuna por aquel entonces. El restaurante en sí se llamaba "EL GURUGÚ" y el joven pipiolo en cuestión no era otro que este, hoy, viejo carcamal.
     Fueron tiempos de juegos, furtivos baños nocturnos, primeras salidas y últimas notas, nuevos amigos y viejos.. pobres viejos, los disgustos que les dí tan seguidos.
     36 años separan aquel ayer de este presente. El tiempo no importa tanto para presumir de empeño y constancia, como para poneros en situación, y, a los que vivisteis aquellos entonces, preguntaros si recordáis algún lavavajillas en alguna cocina. Yo no. Solo guardo en mi memoria, unos fregaderos tan profundos como cada uno se pueda imaginar, capaces de albergar unas marmitas tan enormes como yo nunca había conocido, al igual que desconocía tantas cosas. Allí supe que existían chuletas de cordero mas pequeñas que mis manos. Nombres nuevos que empezaron a formar mi léxico gastronómico: Entrecotte, Solomillo, Paletilla, "espabila", Lubina, Dorada, Marcha, Pasa, "date prisa", Angulas (Jo..., angulas, y... eso se come?). ¿Quien conocía esos bichos que no viviera en el país vasco? Por aquel entonces solo me sonaban tres palabras: Carne, Pescado y Sopa. Con eso se vivía en la mayoría de los hogares humildes. Para mas inri, tampoco se podía recurrir al Mr. Google, tan solo preguntar y memorizar.
     El caso es que aquella temporada me sirvió para dos cosas: Valorar en lo sucesivo una labor, que podía ser divertida cuando el resto de los mozos son de tu edad, como era mi caso y en principio algo con aire pasajero que te proporcionaría unos dinerillos muy golosos, tanto, que a cualquier mente poco formada, le puede influir a la hora de encarrilar su futuro (no os cuento más, "de aquellos barros estos lodos"), pero que no obstante es dura, sucia y lo peor, invisible. La otra cosa que aprendí, fue, que había que salir de allí cuanto antes.
     En la época actual todo es algo mas fácil y asequible. No hace falta jugarse la vida en los abismos de aquellas fosas marinas que eran mis piletas. Pero no todo ha cambiado tanto, sigue tratándose de llevar a estado de revista (como se decía en la mili) un día tras otro, suelos, ventanas, baños, vajillas, cuberterías, loza.
     Cual día de la marmota, todo se repite en el tiempo, por que ese es el triste fin de su trabajo, "limpiar todo muy bien, para que pueda ser ensuciado, lo antes posible". Desalentador cuando menos. Los clientes agradecen la atención a los CAMAREROS los cuales transmiten dichos agradecimientos al equipo de COCINA.
     Y entre tanto manoseo y camaradería, la mayoría de las veces y a lo lejos, ellos solo acaban y se marchan, eso sí, con la tranquilidad de aquel que no le preocupa el estado en que vaya a quedar todo para el día siguiente. Saben que este como esté, siempre habrá que mejorarlo.
     Hasta pronto.

domingo, 29 de octubre de 2017

LOS ARTISTAS

     COCINER@S

  
   - Buenos días
  - Buenos días, contesto cada día, a cada cliente o grupo de clientes que habitualmente entran en el restaurante. Este punto no admite dudas. Si entro en algún local y no me aplican esta práctica, o mucho me interesa o vuelvo por donde he venido.
   Pero prosigamos...mesa para cinco?... me pregunta uno de ellos mientras el resto continúa debatiendo sobre, la respuesta que la adjunta de dirección le soltó al representante sindical.
     Yo, continúo hacia la mesa en cabeza mientras el oído se me queda más atrás, (cosas que tenemos nosotros).
     - Aquí por ejemplo?
   - Si muy bien...me dice complaciente el primero de los caballeros al tiempo que se une a la conversación de sus compañeros. Los cinco toman asiento y entre tanto les ofrezco un aperitivo,
     - Un vemouth? un vino u otra cosa señores, antes de comer?.
     Enfrascados en su diálogo no parecen haberme escuchado, pero sí, solo que esperan a ver que dice el resto. Mientras, yo permanezco atento en pie delante de ellos mirando fijamente al que parecía estar mas por la labor (no se como pero se nota quien es el que se va a arrancar primero),
     - No gracias, tenemos un poquito de prisa (también a veces falla).
     - De acuerdo, enseguida les tomamos nota.
     Siguen hablando de lo suyo, un ratito y también durante el momento en que les están preguntando lo que quieren comer. Solo, y por turnos, se van evadiendo de la charla durante el corto espacio de tiempo que necesitan para hacer saber lo que les apetece.
     Así es el comienzo de cada aventura de cada mesa que entra en cada restaurante, una tras otra van poblando las, antes mesas desocupadas, y van tiñendo el comedor de grupos tan variopintos que rara vez se dirigen el saludo o tan siquiera se miran unos a otros.
     Mientras me muevo atendiendo de mesa en mesa, hay algunas ocasiones (ojala pudiera decir que siempre) en que vuelvo a pasar por aquella mesa de cinco que entró primera y están en completo silencio. Aquella trascendental conversación que momentos antes no podían abandonar si no era estrictamente necesario, sucumbió por fin.
     - Les falta un poco más de vino, señores?
   - Vino no, pero de este arroz con perdiz me podría estar trayendo toda la tarde, porque está espectacular.
     - Muy rico. -dice otro de ellos-
   - Ha de tener mucho éxito. -comenta el de su izquierda, antes de que pueda dar las gracias al anterior- estábamos hablando que no lo habíamos probado nunca, y esta estupendo.
     Lo que dijo el cuarto no se lo voy a relatar, pues fue mucho mas expresivo, pero le agradecí no menos el comentario.
     
     Esta situación, para mi, es lo que diferencia una comida de una experiencia. Una necesidad de un placer.
    Lograr que el mundo se pare. Que los comensales olviden lo que aquí les trajo y se centren mas en donde están. Que recuerden no mucho mas allá del bocado anterior. Que apoyados sobre la mesa exclamen ¡Vaya, que hora es! Tenemos que volver mas tranquilos a probar el de foie con boletus.
     Al marcharse, ahora sí todos, uno tras otro, te dan las gracias, y prometen no dejar pasar mucho tiempo para la próxima visita (algunas veces cumplen). Se deja entrever que dan por hecho, y he de decir que no siempre es así, que harás extensibles los agradecimientos al equipo de cocina.

     Y esto lo consiguen en gran parte las personas que, aun trabajando a un ritmo bastante exigente (y soy un poco liviano en la catalogacion del momento), y con temperaturas que en otros oficios tendrian que parar hasta que amainase el temporal, lo cual les sitúa en una perpetua "ola de calor" tratan de conseguir que sus arroces, carnes, pescados o lo que sea que hagan en el momento de turno esté mas que correcto, tanto en gusto como visualmente. Preparan durante cinco horas lo que han de servir en dos, y tardan en pasar del reposo absoluto a máximo rendimiento, lo que yo en decir: ¡Marchan tres! (en ocasiones, uno, se queda agarrado, pero la marea le pone rápido en su sitio).
     A veces (otras no), sobre todo cuando estrenas carta, observan sus creaciones en el pase, con la misma mirada que tiene la madre que da el pecho a su hijo recién nacido, esa primera toma aún en el paritorio (yo la he visto en un par de ocasiones en los míos y alguna que otra, en algún que otro cocinero, así es como diferencio yo las voces de los ecos).
Ensalada queso de burrata
     Aah, como les envidio, provocar esas sensaciones en la gente. Pero a la vez, como les compadezco por no poder contemplar en el comedor, esas caras que solo me encuentran a mi para explayarse.
     Yo me las quedo, pero sé que no son mías, sino de ellos, se lo hago saber pero...ya están dando de mamar a otro.
     Prometo decírselo mas a menudo si vosotros empezáis a suscribiros a éste blog, os he puesto un enlace arriba a la derecha.

jueves, 26 de octubre de 2017

CAMARER@S

     EL PERSONAL

     Esta es mi segunda entrada y ya me estoy metiendo en berenjenales, y todo a causa de la visita de mi amigo y fiel seguidor Iván, con el que me he comprometido a editar  algo referente a nosotros mismos, no sobre el y yo, (entre los que sea dicho de paso, no existe nada serio y menos ahora que manejamos horarios distintos) sino a cerca de los profesionales y los que no lo somos tanto, pero, que de un modo u otro, formamos parte de este oficio, tan bello y tan sucio como ninguno. Tan denostado y vilipendiado como necesario (se me ocurre que sobre eso hablaré en otro capitulo). Dividiremos este tema en tantos puntos como dedicaciones genéricas existen en hostelería, en unos me extenderé mas y en otros pasaré de soslayo pues habiendo ejercido la mayoría de ellas no me veo capacitado, al menos moralmente, de hablar por igual de todas, serán los siguientes:
  • CAMARER@S
  • COCINER@S
  • LIMPIEZA
  • OFFICE
  • ADMINISTRACIÓN
  • CONTRATACIÓN
  • MANTENIMIENTO
 y como no podía ser menos me veo en la obligación de comenzar por uno mismo y los colegas que pertenecemos al personal de sala, a partir de ahora CAMAREROS.

     CAMAREROS

     Arranco este punto luchando contra la subjetividad que genera mi dedicación y la frustración de no saber si escribir a cerca de lo que somos, o por el contrario de lo que deberíamos ser, pues en nosotros como en ningún otro oficio, cobra una especial relevancia aquel dicho de "haz lo que yo diga y no lo que yo haga". Si, efectivamente todos acabamos haciendo lo que hacemos y no lo que decimos. En las bibliotecas existen infinidad de tomos dedicados a protocolos y normativa relativas al servicio de mesas y barra, pero en todos se te presentan a realizar en lugares apropiados, y destinados a satisfacer a clientes muy singulares, dispuestos a aceptar determinado trato por parte del lector. 
     Tratan de enseñarle la distancia que a de haber entre comensales así como la perfecta ubicación del apoya cubiertos, porque si señores ¡los apoya cubiertos existen!, y lo explican como si se utilizara en todos los establecimientos. Aunque este es un ejemplo extremo, se podría extrapolar a tratos y situaciones que a la mayoría de los que se dedican a esto nunca se les planteará, pero aún así se presupone que han de conocerlos. Nadie les prepara para las filigranas con que les obsequian los propios clientes a lo largo del servicio. Un actor repite una actuación tras otra durante meses o incluso años buscando que su papel no varíe lo mas mínimo de una sesión a la siguiente. A ellos no les vale el mismo chiste de la mesa 3 si lo cuentas en la 15, incluso no lo encajarán igual en el aperitivo como en los postres. A todo esto ¿que dirá la biblia del protocolo?...facil, "NO CUENTES CHISTES", ¿que nos aconseja que le contestemos al señor que llega con su agotamiento a ese otro tipo que habita detrás de la barra (llamemosle Pepe) del local que frecuenta después de su jornada regulada y le suelta aquella frase condescendiente que dice...Anda ponme una ron, que menudo día he tenido, sin caer en el detalle insignificante que se lo cuenta a alguien que ya le preparó "el cafelito de antes de ir al curro" y que también tendrá que limpiar cuando el haya terminado su copa y tenga a bien retirarse a sus aposentos? NADA, NO DICE NADA, pero lo mejor de todo es que Pepe le consolará, fingirá entenderle, se solidarizará y a poco que el cliente insista, incluso le invitará a esa última ronda, al tiempo que agarra la fregona.
     Y ahora una reflexión estúpida.

PARA CUANDO UNA MEDALLA AL TRABAJO PARA PEPE

     Los CAMAREROS se supone que no han de tener creencias propias, ni opinión, ni convicción que valga, yo mismo he tenido momentos en que era del Barça e instantes después sacar a relucir las 12 copas de Europa, republicano y monárquico en la misma conversación. Mi "yo" conservador y el progresista conviven a la misma distancia en que se ubican mis clientes de tal o cual ideología. Soy el máximo exponente del cinismo en la raza humana, lo único que me diferencia del resto es que lo sé y que soy consciente de ello y lo utilizo como herramienta de trabajo, si es pecado sé que dios lo entenderá. Pero, que digo, no me acordaba que soy ateo.

     Bueno concluyo ya este bloque, porque me estoy viniendo arriba, y creo que no debo cansaros ni provocar en vosotros un equívoco sentimiento de pena hacia este ancestral oficio (creo que debe ser el segundo mas antiguo del mundo, de hecho todo el mundo se echa un trago y un cigarrito al salir del primero) y digo equívoco por que para mi es un placer pertenecer a ese mundo. Soy lo que soy gracias a el. A el le debo la familia que tengo y los amigos que me rodean y nunca podré renegar de el, pues el me hizo a su imagen y semejanza, de hecho sinceramente creo que nací con el único fín de llegar a ser lo que soy, CAMARERO SIEMPRE CON MAYÚSCULAS.
     Solo la hostelería podía convertir en lo que hoy somos, aquellos retales que recogió el siglo pasado.


     Un CAMARERO por supuesto que puede ser mas alto, mas guapo y mas listo que nadie, pero de ninguna manera ha de parecer mas alto, ni mas guapo, ni por lo mas remoto mas listo que la persona que tiene al frente. Hasta la próxima...



lunes, 23 de octubre de 2017

SALUDOS

     Voy a inaugurar este blog con lo que toca en esta fecha; COMUNIONES.

     No porque sea el momento de la celebración en sí sino por que ahora es el momento de las contrataciones, pues es la época en que las iglesias asignan las fechas en que se celebrarán el próximo año.
     Cada otoño comienza una carrera singular, familiar y a su vez repetitiva: la búsqueda del salón en la que se celebrará la primera comunión de nuestr@ hij@. En este punto se contemplan dos tipologías con distintas formas de proceder y que yo los denomino primerizos y expertos, es obvio el porque de estas expresiones. Las familias que por primera vez se enfrentan a este tipo de eventos, "primerizos" los podríamos subdividir a su vez en dos grupos más: pachorras y estresados. El primer subgrupo son los que tras la obtención de la fecha eclesiástica dicen: bueno pues ya hasta mayo tenemos tiempo de encontrar un restaurante en el que organizar la comida...y bueno la verdad es que sí, pero todo dependerá de nuestro nivel de exigencia, (ubicación, calidad, prestaciones, amplitud, aparcamiento, etc.) las posibilidades de encontrar el lugar perfecto para nosotros siempre serán inversamente proporcionales a nuestras exigencias, una máxima sería "El último se queda con lo que queda".
     Pero tampoco los estresados lo tienen mejor, la característica mas deslumbrante de ellos es la prisa por ver sitios desde el "bar de abajo" hasta el "palas" (ya descartaremos mas adelante...) lo suyo es un ir y venir constante, un no parar que provoca una inquietud e intranquilidad que se les enquistará a lo largo de los siguientes 5 meses, su máxima: "Al que madruga dios le ayuda" pero ojo, al principio está disponible todo, tanto lo bueno como lo malo.
     Ahora mismo estoy creando un tercer subgrupo de los primerizos, en el que muy probablemente os encontréis la mayoría de vosotros los que," ni tanto ni tan calvo". Efectivamente así debe de ser, porque, hay sitio para todos, solo hay que dar con la tecla de lo que mejor se adapta a nuestros gustos y a los de nuestros familiares. Mi consejo: pararnos un momento y pensar un poco lo que queremos para ese día tan especial y hacer una valoración de los servicios que realmente necesitaremos y los de los que no precisamos. Un relación tipo podría ser como ésta:

  • Situación (distancia a la que estamos dispuestos a desplazarnos)
  • Presupuesto (El gasto excesivo no nos garantiza un día perfecto)
  • Confianza (Siempre nos veremos mas libres si conocemos el lugar o el personal)
  • Instalaciones (Valorar si tenemos pensado alargar la celebración o tan solo comer y recogernos, puede ser importante escoger un sitio con zonas infantiles si queremos extender el evento pues se suelen reunir un número considerable de niños, y tenerlos recluidos en espacios interiores puede ser tan frustrante para ellos como para los adultos, después está el aparcamiento cercano y suficiente, las ofertas pre y post-commida, así como el estilo del local)
  • Cocina (Tenemos la fortuna de disfrutar de un país gastronómicamente riquísimo y por lo tanto infinito en propuestas, pero no dejemos que ésto tampoco nos estropee el día. Hay un tipo de comensal para cada propuesta culinaria, no es tan complicado, basta con cerrar los ojos y saborearlo, todos sabemos a cual pertenecemos.)
  • Invitados (Al fín y al cabo no pedimos a nuestros familiares y amigos que acudan para impresionarles, sino para que acompañen a nuestros pequeños en uno de los días mas especiales en los albores de su memoria, que menos que pensar en ellos y su comodidad)


     Para los "expertos" en estas lides nada nuevo, todo esto ya lo han sentido en sus carnes lo único que han de procurar es aplicar todo lo vivido en ocasiones anteriores; repetir si fue satisfactoria. o no recaer si por el contrario no hubiese sido todo lo agradable que esperaban la experiencia anterior.
     Suerte a todos.

SALUDOS

     Bienvenidos a todos aquellos a los que les pueda interesar este modesto blog que no nace con espíritu de enseñar sino de ayudar. Mi nombre es Juan pretendo poner a vuestra disposición 35 años de andanzas en el sector hostelero y de experiencia cara al público a través de los cuales surgieron todo tipo de curiosidades, dudas, incertidumbres y anécdotas, que con todo el respeto y profesionalidad intenté resolver según fueron acaeciendo y digo respeto porque no todas esas experiencias fueron agradables (aunque sí la mayoría) y digo profesionalidad porque, y aunque no todas fuesen de mi agrado, siempre traté de que esos barcos llegaran a buen puerto. Les engañaría si dijese que siempre lo conseguí, (aunque sí la mayoría también) y no sería plan de comenzar nuestra relación en esas condiciones.

     Me gustaría indicar que aunque en principio estoy aquí para resolver dudas de mi ámbito más inmediato que por supuesto es el lugar de trabajo en donde actualmente ejerzo como jefe de sala

también me encontrareis dispuesto a intentar solucionaros dudas de carácter mas genérico sea cual sea el lugar en donde residáis o estuvierais, así como si quisieseis aportar alguna de vuestras experiencias personales me encantaría poder compartirlas con vosotros y en la medida de lo posible dar alguna explicación relativa a ellas, por que aunque no os lo creáis en la mayoría de los casos la tienen, tanto las positivas como las negativas.

     A si que, si tenéis alguna pregunta sobre: Comuniones, Enlaces Nupciales o comidas en general no dudéis en poneros en contacto conmigo y lo trataremos. Hablamos?